No hay nada como salir de cama el domingo a las 3 de la tarde y saber que por primera vez en muchos días lo estás haciendo por una buena razón y esa razón es que irás a comer costillas BBQ a Texas Ribs, cortesía de tu madre.
Llevaba creo que ya meses queriendo regresar a este lugar desde la primera vez que fui a su sucursal en Acapulco donde me atasqué cerdamente de sopa de cebolla, aros de cebolla y costillas de cerdo. Esta vez le bajé dos rayitas a la tragadera omitiendo los aros y ordenando el plato de costillas chico, pero aun así disfruté mucho lamer cada huesito. Además las limonadas son como de dos litros y en el lugar tocan Miley Cyrus, Selena Gomez, Taylor Swift y más música de rednecks y ese tipo de cosas, lo cual me gusta y/o me parece muy cagado.
Después caminamos mi madre y yo por las calles encharcadas de la ciudad (el clima cambió de soleado caluroso a nublado y frío mientras comíamos) hasta una plaza que está aquí por mi casa y lo primero que hice entrando fue ir a Ben & Jerry's por una malteada de chocolate, porque obvio en el camino ya había digerido todo lo que me metí y mi panza pedía más. No entiendo cómo no estoy hecho un marrano con todo lo que como. Bueno, supongo que está en mis genes.
Fuimos a ver The Iron Lady o como diría mi mamá The Iron Woman o como diría yo La Chica de Hierro... en fin. Lo mejor de la película es por supuesto Meryl. Adorada. Divina. En puntas. Todo el personaje le salió maravillosamente, aunque desde luego que prefiero verla en sus momentos de bitch a los de viejita loca nostálgica.
Y ya no sé qué más pensaba escribir, la verdad es que no tengo ni idea. Quería transmitir como esta idea de las cosas que pueden hacer para consentirme y que yo sea feliz para ver si a alguien que no fuera mi mamá y que al final aparte de llevarme a la película pudiera llevarme a la cama le interesaba saber cómo complacerme, pero creo que lo pude haber resumido todo en "dame de pinche tragar y te mamaré por siempre."
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