Sunday, May 13, 2012

de cómo quererte

Hoy les vengo a platicar sobre un tema que me parece súper importante: el amor a uno mismo.

Muchas veces, atrapados en nuestras vidas tan ocupadas dedicamos todo nuestro tiempo a dar amor y atención a otras cosas simplemente porque las evaluamos como más altas en nuestra escala de valores, o a veces solamente por rutina. Es decir todo esto de estudiar, trabajar, que si el marido, los hijos, los perros, la mamá, la abuelita... pero al final del día nos sentimos solos, olvidados, nos falta que alguien nos dé esa atención especial, ese amor que nos hace sentir completos y nos da la fuerza para aguantar un día más. ¿Y quién nos lo va a dar? Posiblemente nadie, ni siquiera tu computadora -por más que la quieras- te puede dar el cariño que buscas. Por eso tienes que ponerte las pilas y darte amor a ti mismo. ¿Cómo lo vas a hacer? Pues hay muchas formas, este es un tema que le encanta a los psicólogos y en el cual suelen hacer mucho hincapié. Por suerte para ti, yo no te voy a cobrar $1000 la hora por tirarte un rollo de una hora sobre cómo quererte, te lo voy a poner muy simple de hecho. La respuesta consiste en dos palabritas mágicas: self suck.

El self suck -también conocido como autofelación en español- es el arte de poder mamártela tu solito. ¿Y no es acaso una mamada la más pura demostración de amor? La respuesta es sí, btw. En fin, por supuesto que no es tan fácil. No es como que de repente bajas la cabeza y ya tienes tu verga en la cara, si así fuera pues creo que la gente no sería tan sociable, probablemente se quedaría en casa para mamársela todo el día, o tomaría descansos en el trabajo a cada rato para ir al baño a entrarle a gusto. No, el self suck no es una cosa tan sencilla y no es para todos. Si tienes problemas de espalda o estás muy grandecito de la panza, temo decirte que tendrás que recurrir al cliché de pagarle a un vago por una mamada y a ver si te la da porque luego hay unos vagos muy picky. De vuelta al tema, si ya estás seguro de que quieres seguir adelante con el procedimiento, si ansías ya sentir el calor fruto del cariño que te tienes, entonces deberás seguir estos pasos:

1. Calentar. Primero que nada tienes que saber que los resultados pueden variar. Hay gente que se la puede mamar sin ningún problema, nacieron con el don, no hay más. Hay gente muy flexible y hay gente muy vergona, cualquier de las dos cualidades te va a ayudar mucho, y si tienes las dos pues básicamente ya la hiciste. Si no tienes ninguna, te deseo mucha suerte. Lo importante es no rendirse a la primera y seguir intentando, calentando bien antes de empezar para aprovechar al máximo la capacidad de tu cuerpo, una vez que lo has hecho puedes continuar.

Aquí puedes ver cómo calentar adecuadamente. 
Es importante porque te puedes joder la espalda muy cabrón haciendo esto,
ten cuidado y no le pidas más a tu cuerpo de lo que puede dar.


2. Superficie adecuada. Para ayudarte a lograr tu objetivo (y para ayudar con lo de no darte en la madre) tendrás que buscar una superficie que te dé el máximo de comodidad y soporte posible. Tu cama es probablemente la mejor opción. Ahora, hay básicamente dos formas de mamártela. Una de ellas es sentado y bajando la parte superior del cuerpo hacia adelante, pero me parece que esa es todavía más complicada, requieres más flexibilidad y pues está muy pro la verdad. En este caso la técnica será más bien la que involucra la siguiente posición:


3. Erección. Ya que quitaste tu montaña de peluches empolvados y todas las almohadas de tu cama (necesitas todo el espacio que puedas tener) lo siguiente será, para ponerlo de la manera más sencilla, hacer que se te pare.

4. Éntrale. Ahora sí ya estás puestísimo. Levanta las piernas y tíralas hacia atrás, de manera que estés soportando el peso con tus hombros y la parte superior de la espalda. Hay que tener mucho equilibrio para no irte de lado o terminar dándote una marometa hacia atrás. Si te pasa esto último, no pasará de que te cagues de risa, a menos que atrás de tu cama esté tu colección de figuritas de cristal, en cuyo caso probablemente tengas mucho que explicar a tu familia cuando te encuentren encuerado y cubierto de sangre junto a la cama. En fin, ya que estás bien apoyado entonces el mayor esfuerzo será por acercar el culo y subir el cuello. Aquí es cuando hay que tener cuidado con lo de lastimarse. Es cosa de poco a poco, no lo vayas a hacer trancazo. Si no puedes, descansa y vuelve a intentar. Lo más seguro, a menos que neta la tengas muy chiquita, es que puedas lamer la puntita por lo menos. Si puedes hacerlo bien, te sugiero que te grabes y me lo mandes para que lo suba al blog... con el único objetivo de ser informativo y proveer más ejemplos que los que pondré a continuación.

Estos son algunos ejemplos de gente que ya tiene experiencia -gente muy sola- en el asunto y que te pueden dar mejor idea que básicamente todo lo que acabo de escribir. Y si ni lo vas a intentar pues igual y namás lo ves como porno y te la jalas.

1. Video con las dos técnicas.
2. Video con la técnica aquí explicada (acostado). La verdad en este video no se puede ver mucho de la técnica, pero me gustó el wey que sale.
3. Video con técnica avanzada (sentado).

Al final de todo, lo importante es divertirte mientras lo haces y recuerda que es algo que estás haciendo por ti, porque tienes derecho a dedicarte un tiempecito por lo menos una vez la semana. Quiérete.







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